El Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), a través de los grupos de Educación Ambiental /SIGAC, Protección Ambiental y Control de la Calidad Ambiental, está apoyando a la Universidad Icesi en su iniciativa de recolección de pilas en Cali.
Se trata de la campaña ‘Ponte las pilas con las pilas’, que tiene como objetivo central establecer un récord Guinness de recolección de estos dispositivos, que representan un serio peligro para la naturaleza, el medio ambiente y la salud humana.
Igualmente, están haciendo parte de la campaña, la CVC, la empresa LITO Ltda., que labora en el ramo de reciclaje y recuperación de residuos peligrosos e industriales (Respel) y otras empresas públicas y privadas de la ciudad.Esta campaña se lanzó en esta semana en la Icesi para lograr el récord Guinness a partir de las 12 del día de este sábado 14 y hasta las 12 del día del domingo 15 abril.
El Dagma considera que esta es una excelente actividad, para impedir que lleguen al ambiente, principalmente a las aguas y suelos de la ciudad de Santiago de Cali, los compuestos químicos contenidos en todo tipo de pilas (convencionales, pilas ‘botón’ o micropilas, o pilas grandes de productos electrónicos, por ejemplo celulares, computadores y otros equipos electrónicos).
Entre los elementos más comunes contenidos en las pilas, aparecen los metales pesados, que representan mayor peligrosidad, como el mercurio, el cadmio, el cromo, el plomo y litio, sin desestimar el niquel, la plata y el azufre.
Estos elementos están contenidos en pequeñas ‘pilas botón’ u otras convencionales, las cuales son vertidas o arrojadas frecuentemente a los recipientes de residuos sólidos (basuras) o arrojadas a la calle por los usuarios, teniendo como destino final la red de alcantarillado o los suelos.
Efectos en la salud humana.
El mercurio (Hg) es el metal pesado contaminante más extendido en todo el planeta siendo su principal medio de contaminación el agua, aunque también afecta a los suelos.Se han publicado artículos científicos que concluyen que un miligramo de mercurio puede contaminar de manera significativa a 10 metros cúbicos de agua, o lo que es similar: una pila botón puede producir la contaminación de 2 millones de litros de agua, o el equivalente a una piscina de 50 x 20 x2 metros.
El mercurio transformado por ciertas bacterias y en condiciones favorables, se convierte en un elemento altamente tóxico. Los síntomas de intoxicación con mercurio son: fatiga, anorexia o adelgazamiento, dolores gastrointestinales y también, trastornos visuales y temblores. A largo plazo, el enfermo presenta trastornos psíquicos: estado de excitación, pérdida de memoria, insomnio persistente y depresión, e incluso, desórdenes mentales, coma y después la muerte.
Es muy recordado el mundialmente famoso caso de intoxicación colectiva con efectos catastróficos, el ‘episodio Minamata’, ocurrido en 1963 en la bahía del mismo nombre de Japón, donde por consumo de pescado por pobladores del de la bahía, comenzaron a morir en ese año decenas de personas, pero solo hasta 1973 no se supo de dónde provenía el mal que se producía por la contaminación de pescado. Este contenía más de mil veces la concentración de mercurio que la que tenía el agua de la bahía (de 5 a 29 partes por millón) lo cual dio como resultado que se afectaran cerca de 20.000 personas, 2.945 drásticamente quedando 703 de ellas minusválidas. (Las imágenes son tan drásticas que no nos hemos atrevido a presentarlas en este documento divulgativo).
Con respecto al cadmio (Cd): los efectos tóxicos de este metal a bajas concentraciones se comprobaron hace 30 años, y su acumulación si bien puede afectar el agua, su afectación principal es a los suelos, de donde pasa a las plantas y por lo tanto a la cadena alimenticia, afectando la salud animal y humana. El organismo humano puede asimilar el 6% de la dosis que absorbe, el resto puede acumularse en los riñones a lo largo de toda la vida. Puede producir lesiones graves e irreversibles; también, hipertensión arterial, con riesgo de infarto de miocardio y arterioesclerosis.
Extracción de ‘pilas botón’. Es a veces poco practicado por los usuarios, decidiendo más fácilmente arrojar los artefactos electrónicos al recipiente de residuos sólidos (basura), que ocasiona un doble perjuicio al medio ambiente. Unas veces termina en acuíferos, a través de la red de alcantarillado y otras, en los suelos o en las aguas libres de los botaderos.
Hidrobiólogo J. Édgar Sterling, de Protección Ambiental.
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