Cada año, 30 millones de lámparas con mercurio son arrojadas a los basurales en Ontario, Canadá. Eso es suficiente como para contaminar el inmenso lago Erie al grado de que los peces no puedan se consumidos, y que eventualmente… mueran.
Pero hay buenas noticias, ya que el gobierno quiere implementar un programa piloto, pionero en Norte América, que busca mantener el mercurio fuera del agua y de los terrenos con un programa de reciclaje de lamparas fluorescentes.
Para 2012, las lámparas incandescentes serán prohibidas y los consumidores tendrán que utilizar sí o sí CFLs o lámparas fluorescentes en Canadá, o sea lámparas de bajo consumo. Pero ahora se encuentran con el problema del mercurio que estas llevan dentro, pero lo han solucionado con un programa de reciclado: Take Back the Light.
Este recicla el vidrio, el aluminio, y el polvo de mercurio-fósforo de la lámpara. El polvo es calentado para separar el mercurio del fósforo, y se realiza un triple proceso de destilación que limpia el mercurio y lo deja listo para volver a ser utilizado en lámparas nuevas.
Es bueno que otras naciones sigan el ejemplo a la vez del paso a las lámparas de bajo consumo y a cómo reciclarlas.
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