Las lámparas de bajo consumo tienen hasta 5 miligramos de mercurio por
lámpara y los tubos fluorescentes hasta 20-25 miligramos por lámpara. Al fin de
su vida útil deberían tratarse como residuos peligrosos. El envenenamiento por
mercurio puede causar náusea, vómitos, diarrea, debilidad, dolor de cabeza,
aumento de la tensión arterial, erupciones en la piel, sabor metálico en boca y
dificultad para respirar.
La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), una ONG con status
consultivo en Naciones Unidas, difundió públicamente los riesgos sanitarios y
ambientales de las lámparas de bajo consumo (Lámparas Fluorescentes Compactas) y
de los tubos fluorescentes "ante el inaceptable silencio de los gobiernos y las
empresas". Difundió además consignas "destinadas a proteger la salud y el
ambiente".
El Dr. Raúl Montenegro indicó que las lámparas de bajo consumo (LFC) "ahorran
energía, lo que es excelente, pero son un riesgo para la salud cuando se rompen
y para el ambiente cuando las lámparas en desuso se tiran a la basura". Agregó
que los tubos fluorescentes o lámparas de vapor de mercurio a baja presión,
"plantean incluso mayores riesgos. Las lámparas de bajo consumo tienen hasta 5
miligramos de mercurio por lámpara y los tubos fluorescentes hasta 20-25
miligramos por lámpara".
Montenegro sostuvo que "ahorrar energía eléctrica mediante el uso de lámparas
de bajo consumo es una buena medida, pero debería haber sido acompañada por una
mayor responsabilidad institucional. Está claro que la campaña de reemplazo
alentada desde el gobierno es legal, pues la Ley Nacional 26473/2008 prohibió
las lámparas incandescentes que tienen más de 25 vatios y determinó la adopción
de lámparas de bajo consumo, pero ni la ley ni la campaña alertan sobre los
riesgos. Tampoco previeron el destino de las lámparas de bajo consumo en desuso,
que deberían disponerse como residuos peligrosos y no como residuos sólidos".
Estos vacíos "son aún más incomprensibles cuando se tiene en cuenta que también
los tubos fluorescentes contienen mercurio, y que el destino final de los tubos
en desuso no fue previsto".
La Ley Nacional 26473/2008 fue impulsada principalmente por la Cámara
Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas,
Telecomunicaciones, Informática y Control Automático (CADIEEL). "Lamentablemente
ni el Estado ni CADIEEL previeron qué hacer con las lámparas en desuso, ni se
preocuparon demasiado por las eventuales consecuencias sanitarias y ambientales
del mercurio que contienen. Por otra parte, la casi totalidad de las lámparas de
bajo consumo son importadas, en su mayor parte de China, lo que reduce la
posibilidad de que las empresas productoras contribuyan a la solución del
problema. Tampoco advirtieron que lámparas de uso tradicional como los tubos
fluorescentes planteaban un problema similar que se suma al de las lámparas de
bajo consumo", agregó.
FUNAM indicó que "progresivamente las lámparas de vapor de mercurio serán
reemplazadas por lámparas LED, por ahora de mayor costo, que ahorran más
energía, tienen una mayor y notable duración y carecen de mercurio" (LED =
Light-Emitting Diode, diodo emisor de luz).
Los riesgos del mercurio contenido en las lámparas
Los investigadores Yadong Li y Li Jin publicaron en octubre de 2011 un
trabajo sobre la descarga de mercurio desde lámparas de bajo consumo rotas (ver
abajo Referencia 1). Indican en ese trabajo:
a) Que el vapor de mercurio liberado al romperse una lámpara de bajo consumo
puede hacer que se superen los niveles de exposición seguros.
b) Que al romperse, una lámpara fluorescente compacta con mercurio libera
vapor de mercurio al aire durante semanas y meses, y que la cantidad total puede
superar los niveles seguros de exposición humana en una habitación mal
ventilada.
c) Que al analizar el contenido de mercurio en 8 marcas diferentes y en
cuatro distintas cantidades de vatios, los resultados revelaron que el contenido
de mercurio varía considerablemente de una marca a otra [los investigadores
trabajaron en Estados Unidos con criterios de la EPA].
d) Que dado que cualquier personas puede, fácil e inadvertidamente, inhalar
el mercurio en su estado de vapor, recomiendan la rápida eliminación de las
lámparas fluorescentes compactas rotas, y una buena ventilación, así como el uso
de envases adecuados para minimizar el riesgo de rotura de las lámparas y para
retener el vapor de mercurio en caso de que lleguen a romperse. Esto limitaría
el riesgo de que ese vapor nocivo sea inhalado por personas.
El Dr. Raúl Montenegro indicó que estas medidas preventivas "son
particularmente necesarias para proteger a los bebés y niños, pues suelen pasar
mucho tiempo en el hogar y son más vulnerables. Recordemos que los niños, por
tener proporcionalmente un mayor consumo de aire por unidad de peso en
comparación con los adultos, y cuerpos pequeños, resultan más susceptibles a los
efectos tóxicos del vapor de mercurio".
El envenenamiento por mercurio puede causar náusea, vómitos, diarrea,
debilidad, dolor de cabeza, aumento de la tensión arterial, erupciones en la
piel, sabor metálico en boca y dificultad para respirar.
Envases y campañas sin información al público. Acciones inmediatas
dispuestas por FUNAM
FUNAM criticó la inaceptable falta de información "tanto en los envases de
lámparas de bajo consumo y tubos fluorescentes como en la campaña de reemplazo
de lámparas incandescentes por bajo consumo que lleva adelante el gobierno
nacional". FUNAM realizó una investigación preliminar sobre envases de lámparas
de bajo consumo, donde la mayoría se limita a advertir que las lámparas no deben
ser tiradas a la basura. Excepcionalmente agregan a ese símbolo (un tacho de
basura tachado) códigos sobre mercurio que las personas no necesariamente
interpretan. "Lamentablemente, ninguna lámpara incluye una advertencia para caso
de rotura. Además, es frecuente que a los tubos fluorescentes en desuso se los
rompa deliberadamente antes de arrojarlos a la basura, o que lámparas de bajo
consumo y tubos fluorescentes intactos se rompan al ser manipulados por el
recolector municipal, que queda expuesto sin saberlo".
Algunos organismos nacionales, entre ellos el INTI, minimizaron en su momento
el riesgo por mercurio, pese a haber observado que 600 lámparas de bajo consumo
de distintas marcas, todas fabricadas en China, mostraban –por ejemplo-
incoherencia entre lo anunciado en el envase y la realidad, o inseguridad
eléctrica. En dicho estudio (ver abajo Referencia 2) no parece haberse analizado
la variación de contenido de mercurio en distintas lámparas de la misma marca y
tipo, ni en distintas marcas. FUNAM agregó que en 2008 "el Gerente de Calidad y
Ambiente del INTI, Joaquín Valdés, llegó a sostener públicamente que las
lámparas de bajo consumo 'no son nocivas', y que contienen 1000 veces menos
mercurio que un termómetro, como si esto fuera un certificado de seguridad.
Llegó incluso a indicar que las lámparas de bajo consumo contienen 'cien veces
menos mercurio que un clásico tubo fluorescente' sin preocuparse demasiado por
el impacto en la salud de estos últimos (ver abajo Referencia 3). Esperamos que
la actitud del INTI haya cambiado", agregó FUNAM.
Desde la Fundación para la defensa del ambiente se está solicitando al INTI
que evalúe la presencia de mercurio en todas las lámparas de bajo consumo y
tubos fluorescentes comercializados en Argentina, incluido un estudio sobre la
variación al interior del mismo tipo y marca, y que el estudio se haga luego
público. También está requiriendo al Defensor del Pueblo de la Nación tres
intervenciones urgentes ante el Estado Nacional: a) Para que elabore una nueva
normativa sobre los envases y se indique en ellos contenido de mercurio, riesgos
y cómo actuar en caso de rotura; b) Para que institucionalice sistemas de
captación, almacenamiento y eventual tratamiento de lámparas en desuso, LFC y
tubos fluorescentes, y c) Para que su campaña de reemplazo sea acompañada de
avisos sobre los riesgos y cómo actuar en caso de rotura de lámparas.
Recomendaciones para actuar en caso de rotura de lámparas de bajo consumo
y tubos fluorescentes
Estas son algunas recomendaciones hechas por FUNAM y la Cátedra de Biología
Evolutiva Humana (Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba) para
actuar ante la rotura de una lámpara de bajo consumo (Lámpara Fluorescente
Compacta) y tubos fluorescentes (Lámparas de vapor de mercurio de baja presión).
Se han tomado elementos de las pautas elaboradas por el Illinois Poison Center
para rotura de lámparas fluorescentes compactas y por la EPA (Estados Unidos).
- Aleje a los niños y animales domésticos.
- Abra las ventanas para que se ventile el lugar donde ocurrió la rotura y
aléjese de allí durante al menos 15 minutos.
- Antes de ingresar al sitio donde se produjo la rotura consiga dos bolsas de
polietileno amplias, resistentes y sin perforaciones, cinta de embalar, papel y
cartón duro para ser usados como pala, y toallitas de papel húmedas. Colóquese
guantes de plástico y si llegara a tenerlos, otros elementos de protección
(lentes protectores, mascarillas aptas).
- Deberá recoger todos los fragmentos del fluorescente que le sea posible.
Recuerde que no debe utilizar una aspiradora, ni escoba ni escobillón, y que
nunca debe hacer la operación de limpieza con manos descubiertas.
- Con mucho cuidado tome los fragmentos y el polvo con papel o cartón duro.
- Limpie el área con una toallita de papel húmeda.
- Cinta adhesiva de embalar puede ser utilizada para recoger el polvo y
pequeños trozos de la LFC.
- Coloque todos los restos recogidos y los materiales que usó para limpiar en
dos bolsas de plástico, y selle esas bolsas con la cinta de embalar. Agregue
luego un cartel que indique "residuos de mercurio".
- No deje estas bolsas al alcance de los niños.
- Dichas bolsas con residuos de mercurio deberían ser entregadas en los
lugares que el Estado determine para su recepción.
- Si no hay otra opción de disposición, y la Municipalidad lo permite,
disponga las dos bolsas con residuos de mercurio junto a los otros residuos
sólidos domiciliarios. Asegúrese que los fragmentos contenidos en la bolsa no
puedan herir al recolector de residuos.
- Lávese las manos después de tirar las bolsas. www.ecoportal.net
FUNAM
www.funam.org.ar
Referencias:
(1) Li, Y. & L. Jin. 2011. "Environmental release of mercury from broken
compact fluorescent lamps". Environmental Engineering Science, October 2011,
Vol. 28, n° 10, pp. 687-691.
(2) Un resumen del informe del INTI sobre eficiencia de iluminación de las
lámparas de bajo consumo comercializadas en Argentina puede verse en la Página
Web: http://www.inti.gov.ar/novedades/inf-tec.pdf
(3) Dos a cuatro miligramos de mercurio por lámpara no son cantidades
ínfimas, mucho menos el contenido en tubos fluorescentes (20-24 mg/lámpara). El
Decreto Nacional 831/1993, reglamentario de la Ley Nacional de Residuos
Peligrosos 24051/1992, establece por ejemplo para suelo un nivel guía de
mercurio (máximo permitido) de 0,0008 mg/g para suelo agrícola y de 0,002 mg/g
para suelo dedicado a uso residencial.